Estimados conductores,

Un año más celebráis la onomástica de vuestro patrón, San Cristóbal, como viene siendo ya tradicional. Llega el verano avisando que ya se aproxima la festividad en su honor, y nuestro pueblo, volverá a disfrutar con la presencia por las calles de los camiones, totalmente adornados, de su misa y de poder sacar al santo en procesión, para celebrarlo.

Es el Patrón de los viajeros  en bici, en coche o en camión, cuya medalla, aún hoy, colgada del retrovisor, se balancea por encima del insuperable “¡Papá, no corras!”, pegado en los salpicaderos de los vehículos, y santo casamentero para Federico García Lorca en su lírico “Madrigal de verano” y para Antonio Machado en sus “Poemas sobre el Olivar”.

 De todos es sabido y nunca viene mal recordar un trocito de esa leyenda, que nos dice que San Cristóbal, era “porteador “de viajeros para poder cruzar un río. Gracias a su grandeza, el improvisado porteador transportaba, sin dificultad, a todos los viajeros que se presentaban, aunque no pudieran pagarle, de una ribera a otra y aprovechaba la travesía para indagar sobre Jesús, pero en vano… hasta que, un día, mientras llevaba a un niño a cuestas, el nivel del agua empezó a subir de repente y su “carga”, pesaba literalmente un quintal. El gigantón luchó como un campeón, sacó fuerzas de flaqueza, escuchó su corazón y consiguió alcanzar su meta. Sin saberlo, había ayudado al Mesías a llevar el peso de los pecados del mundo, ya que el pequeño no era otro que Cristo.

Así pues, San Cristóbal, se ha convertido en un “ángel de la guarda” que aconseja prudencia a todos los que se ponen delante de un volante. El sector del transporte es un sector incansable y eficiente, ya que son capaces de llegar a infinidad de lugares, siempre cumpliendo con sus obligaciones y llevando el nombre de San Clemente por allá donde pasan.

Desde aquí, quiero dar las gracias a este sector por seguir perpetuando una tradición tan importante como es esta fiesta y a seguir desarrollando iniciativas con las que sigamos ahondando en nuestras raíces más populares.

El año pasado fue muy triste, por la desgracia sucedida a un compañero vuestro y en la que todos nos unimos en su dolor. Desde aquí les mando un fuerte abrazo y mucho ánimo a toda su familia.

En nombre de todos mis compañeros y en el mío propio, os deseamos a todos que paséis una feliz fiesta de San Cristóbal.